La Navidad y sus semanas previas son momentos ideales
para viajar al país germano. Las ciudades de casi todo el mundo lucen un color
singular en el que se entremezclan llamativas iluminaciones, tiendas decoradas
para la ocasión, felicidad desbordante en las calles y los imprescindibles
mercadillos navideños. Porque muchas ciudades europeas, especialmente de
Alemania, no se pueden entender en los meses de noviembre y diciembre sin esta
amalgama de puestos en sus plazas y calles más emblemáticas. Aunque algunos de
ellos llevan siglos celebrándose (el de Dresde en Alemania data de 1434), la
pasión por visitarlos es relativamente reciente. Se han convertido en una
excusa más para viajar y disfrutar de la magia de estas fechas fuera del hogar.
Aunque están repartidos a lo largo y ancho del Viejo Continente, Alemania se
lleva la palma. Los mercadillos navideños son uno de los grandes atractivos
turísticos que ver en Alemania cuando empieza a llegar el frío y un valor
añadido para hacer, por ejemplo, turismo en Berlín, Stuttgart o Dresde.
Un viaje por las postales navideñas germanas
Alemania acapara algunos de los mejores mercadillos
navideños que se pueden encontrar en Europa. Las plazas y calles de las
principales ciudades acogen una entrañable combinación de pequeños puestos
donde se dan cita tanto los turistas como ciudadanos locales. Hacemos un repaso
por algunos de los más seductores para disfrutar de la magia de la Navidad
desde el mes de noviembre.
Mercadillos de Berlín
La capital alemana es famosa por no conformarse con un
único mercadillo, ya que ofrece más de medio centenar. Hacer turismo en Berlín
en estas fechas es recorrer sus diferentes propuestas para empaparse del
espíritu navideño. Por ejemplo, para los más pequeños existen un buen número de
puestos alrededor de la iglesia de San Nicolás donde además se coloca un belén
con animales vivos. En la Gendarmenmarkt se instala otro de los mercadillos
señeros de la capital germana donde reina la artesanía, mientras en la zona
antigua de Spandau los días de Adviento se acomodan más de 300 variados puestos.
Stuttgart
El mercadillo navideño de la capital del estado de
Baden-Wurtemberg es uno de los más populares que ver en Alemania. Data de 1692
y se extiende entre Schillerplatz y Marktplatz. En el centro neurálgico de Stuttgart
se colocan alrededor de 300 casetas (podría haber más porque las peticiones son
mucho mayores) donde se puede encontrar absolutamente cualquier objeto o regalo
relacionado con la época más tierna del año, mientras se saborea un vino
caliente.
Mercadillo Striezelmarkt de Dresde
Continuamos en Alemania para viajar en esta ocasión al
mercadillo navideño más antiguo de Europa, y se podría decir que también del
mundo. Se emplaza en la capital del estado de Sajonia desde 1434, concretamente
en la plaza Altmarkt. Cuenta con unos 250 puestos y tiene la particularidad de
que en la parte central se levanta una pirámide navideña de 14 metros de
altura, la más grande del mundo de este tipo.
Núremberg
Tiene fama de acoger uno de los mercadillos navideños
más grandes y vistosos de Alemania. El casco antiguo de la ciudad se transforma
en una gran fiesta con un ambiente muy medieval y donde la gastronomía juega un
papel muy importante. Muchas de las casetas permiten degustar delicias como las
imprescindibles salchichas alemanas, el pan de especias típico de la ciudad o el
ponche de ron. Se programan numerosas actividades para los más pequeños, además
de conciertos, exposiciones, etc.
Mercado Internacional de Essen
La luz es la protagonista absoluta en Essen. Su
popular mercadillo navideño posee una espectacular decoración luminosa que
dejará a cualquiera con la boca abierta. Otra característica que lo distingue
del resto de mercadillos es que cada año está dedicado a un país y además se
pueden encontrar productos de todo el mundo, lo que hace que tenga el apelativo
de “internacional”. Los belenes también marcan la Navidad en Essen, ya que en
diferentes puntos de la ciudad se pueden admirar auténticas obras de arte en
forma de nacimientos.