Playa do Secreto
Para llegar en la Playa do Secreto es necesario hacer un esfuerzo: el único acceso es hecho por un escarpado paredón rocoso de 15 metros. Pero el visual deslumbrante compensa - ¡y mucho! La palaya tiene apenas 12 metros de extensión y, por estar cercada de piedras, queda bien parecida a una gran piscina natural. Dato: lleve unas zapatillas para conseguir hacer el paseo sin complicaciones.
Grumari
Considerada una de las playas más bonitas de Rio de Janeiro, Grumari tiene fácil acceso y cuenta incluso con estacionamientos y quioscos. El clima salvaje corre por cuenta de los acantilados rocosos y del verde que cercan todo el espacio, creando la sensación de privacidad. La playa es ideal para familias, ya que en la parte rasa el mar es bastante tranquilo y también por surfistas que se aventuran en las ondas que quiebran en el fondo del mar.
Prainha
Point de surfistas en busca de buenas ondas, Prainha está ubicada en la Zona Oeste de la ciudad, dentro de un Área de Preservación Ambiental. Eso significa que irás a encontrar un mar verde esmeralda con agua cristalina y vegetación abundante de la Foresta Atlántica. Los 150 metros de franja de arena son protegidos por morros y piedras, garantizando la sensación de playa salvaje en pleno Rio de Janeiro. Prefiera visitarla durante los días de semana, cuando está prácticamente desierta.
Playa do Inferno
A pesar del nombre, esta pequeña playa en la Barra de Guaratiba es un verdadero paraíso. El área es tan preservada que es común encontrar animales nativos, como monos. Es recomendable garantizar la presencia de un guía para aventurarse en los senderos y llegar hasta allá. Si pretende pasar el día en la Playa do Inferno, lleve emparedados, agua y mucho protector solar - no hay vendedores ambulantes o quioscos en el área.