La palabra planificar agobia a muchos viajeros que prefieren dejarlo todo a la improvisación. Pero cuando visitamos la quinta ciudad más grande de España, y tenemos poco tiempo para hacerlo, es fundamental planear qué queremos ver y cómo lo vamos a hacer.
Hablamos de Zaragoza, una capital donde hay que realizar una serie de visitas imprescindibles. Mentar a Zaragoza es hacerlo irremediablemente del Pilar y, por supuesto, la basílica y la plaza que llevan su nombre están entre las paradas obligadas.
Pero hay mucho más. Un consejo: cuando tengamos poco tiempo para recorrer la ciudad es fundamental reservar un alojamiento lo más céntrico posible sin que eso suponga pagar un precio desmedido. Un hotel que cumple estos dos parámetros es el ibis Styles Zaragoza Ramiro I, ubicado a diez minutos caminando de la plaza del Pilar y muy cerca del Museo de Tapices. Teniendo este importante capítulo cerrado solo queda conocer cuáles son esos lugares ‘top’ que vistan una escapada a tierras aragonesas.
Los imprescindibles a la hora de viajar a Zaragoza
La palabra planificar agobia a muchos viajeros que prefieren dejarlo todo a la improvisación. Pero cuando visitamos la quinta ciudad más grande de España, y tenemos poco tiempo para hacerlo, es fundamental planear qué queremos ver y cómo lo vamos a hacer.
Hablamos de Zaragoza, una capital donde hay que realizar una serie de visitas imprescindibles. Mentar a Zaragoza es hacerlo irremediablemente del Pilar y, por supuesto, la basílica y la plaza que llevan su nombre están entre las paradas obligadas.
Pero hay mucho más. Un consejo: cuando tengamos poco tiempo para recorrer la ciudad es fundamental reservar un alojamiento lo más céntrico posible sin que eso suponga pagar un precio desmedido. Un hotel que cumple estos dos parámetros es el ibis Styles Zaragoza Ramiro I, ubicado a diez minutos caminando de la plaza del Pilar y muy cerca del Museo de Tapices. Teniendo este importante capítulo cerrado solo queda conocer cuáles son esos lugares ‘top’ que vistan una escapada a tierras aragonesas.
Los imprescindibles a la hora de visitar Zaragoza
Alojarse en uno de los hoteles del centro de Zaragoza, facilita empezar la visita por la plaza del Pilar, el lugar más simbólico de la capital. Un gran espacio en el que están gran parte de los retratos imprescindibles, por lo que no pasa nada por dedicarle más tiempo de la cuenta. Entre esos ‘must’, hay que arrancar por la basílica del Pilar donde, además de contemplar La Pilarica, podremos subir en ascensor hasta lo alto de sus torres y contemplar unas privilegiadas visitas de Zaragoza, bañada por el río Ebro.
Sin movernos de la plaza, habrá que dedicarle unos minutos a la perfecta contraposición de la basílica del Pilar. Por ejemplo, La Seo o Catedral del Salvador, una auténtica joya que combina elementos del mudéjar, el gótico y el románico, que está asentada donde se levantó el foro romano de Caesaraugusta (el nombre que recibió Zaragoza durante el Imperio Romano) y también la mezquita de Saraqusta (la denominación del reino musulmán de Zaragoza). Precisamente debajo de La Seo se pueden visitar los restos que se conservan del foro. En definitiva, historia por los cuatro costados.
Para acabar con la plaza del Pilar, no podrás resistirte a deleitarte con el edificio renacentista de la Lonja y sus bóvedas de crucería estrelladas de su interior.
Seguimos en esta ruta por el puente de Piedra, que data de 1441, y que comunica la plaza del Pilar con el paseo de la Ribera y dos de los pulmones verdes de la capital aragonesa, el parque Macanaz y el parque del tío Jorge. Dos lugares ideales para relajarse y pasear, siempre que el tiempo acompañe.
La herencia musulmana de Zaragoza tiene en el palacio de la Aljafería su ejemplo más soberbio. Se encuentra ligeramente alejado del centro neurálgico, pero, bien sea en transporte público o dando un agradable paseo, el visitante no puede quedarse sin contemplarlo. Hay que destacar que se trata de la construcción musulmana situada más al norte del planeta.
Pero si seguimos hablando de ese legado musulmán no hay que perder de vista el Torreón de la Zuda, bastión de los gobernantes musulmanes y posteriormente de los monarcas de la Corona de Aragón. Además, es sede de la oficina de turismo, por lo que una parada en este monumento, repleto de historia, será muy beneficiosa.
Y no queremos dejar de lado museos como el de Tapices, el de Pablo Gargallo con su precioso patio o los relacionados con la herencia romana, como el de las Termas Públicas y el del Puerto Fluvial.
En una visita a Zaragoza también hay que disfrutar de su gastronomía y platos típicos, como los deliciosos ternascos asados, las migas aragonesas, las borrajas con patatas y, por supuesto, las frutas de Aragón. Y luego están las tapas que, para saborearlas no hay nada mejor que acercarse a la conocida zona de El Tubo en pleno casco histórico.
Un apunte más: si aún queda tiempo, a poco más de una hora en coche de Zaragoza se encuentra el Monasterio de Piedra, una de las sinfonías naturales más bellas que se pueden ver en toda España. Una sucesión de cascadas, lagos y vegetación que arropan los restos de un monasterio cisterciense del siglo XII.
