Una ruta de sabores por las zonas más céntricas de San Sebastián
Ésta en una capital sensacional para sentirse como en casa. La gente es cordial, en las calles y plazas siempre hay un rincón en el que sentarse tan ricamente y el paseo de la playa termina haciéndose tan familiar que da la sensación de que uno ha estado aquí toda la vida. Si además el día acaba en las estupendas habitaciones del Mercure San Sebastián Monte Igueldo, con unas vistas espectaculares de la ciudad, ¿qué más se puede pedir? Tal vez una cosa más: experimentar los mejores sabores de la tierra sin sentirse como un mero visitante.
Salir por la capital guipuzcoana a tomar unos zuritos y unos pintxos no es precisamente barato, ni siquiera para los propios donostiarras. Pero si hay que pagar un precio relativamente elevado, aunque esté justificado por la calidad del producto, al menos conviene asegurase de que se prueba lo más exquisito de la ciudad. Esto es lo que diferencia la típica ruta gastronómica pensada para turistas de las rutas que siguen los locales y que hemos resumido en este listado de paradas gourmet.
Parte Vieja
Tradicionalmente ésta ha sido la zona de tapeo más importante de la ciudad. Sin embargo, durante los últimos años y debido al incremento de los precios, son cada vez más los locales que prefieren probar por otras áreas de la capital. No obstante, es aquí donde están establecimientos emblemáticos como La Mejillonera (Del Puerto, 15), famosa por sus mejillones y sus bravas, La Cuchara de San Telmo (31 de agosto, 28), de precio algo más elevado, aunque con unos excelentes pintxos de foie a la plancha, o el Goiz-argi (Fermín Calbetón, 4) y su popular brocheta de gambas.
Zona centro
En la zona más comercial de San Sebastián los bares de tapeo se entremezclan con los establecimientos de comida rápida. Sería un pecado cambiar los sabores más auténticos de la ciudad por los de cualquiera de estas franquicias. Para que no resulte complicado ir directamente a las propuestas más interesantes, en esta ruta por el centro es imprescindible probar la gavilla, una croqueta gigante que se sirve en el bar San Marcial (Pasaje San Marcial, 50), la Gilda de la Casa Vallés (Reyes Católicos, 10), el tradicional pintxo de piparra, anchoa y aceituna que rinde homenaje a Rita Hayworth, o la ensaladilla rusa de La Espiga (San Marcial, 48), todo un clásico en el barrio.
Barrio de Gros
La zona de tapeo más importante se concentra en la parte trasera de la Plaza Cataluña. El barrio de Gros no es precisamente el más conocido para salir de vinos, pero en los últimos años esta zona se ha puesto muy de moda y entre bares nuevos y locales de toda la vida la actividad de tapeo ha ido cobrando cada vez más importancia. La Bodega Donostiarra (Peña y Goñi, 13) es un buen lugar si se va con mucho apetito. Propuestas como su completo, se asemejan más a un pequeño bocadillo de anchoa, piparra y bonito que al pintxo convencional. Aunque en lo referente a bocadillos, Casa Senra (San Francisco, 32) es toda una institución con sus chipirones y su foie con ali oli. Y para quienes se consideren expertos en tortillas, es obligatoria la visita a Casa Durán (Secundino Esnaola, 20), famosa en toda la ciudad por sus propuestas con relleno.